domingo, 4 de noviembre de 2007

VERACIDAD CIENTIFICA


XXX dice:
“Después de dos años de coger bajas en el trabajo, me di cuenta que lo único que podía hacer para mejorar en algo la calidad de vida de mi familia, era dejarlo. No puedo enfrentarme a una lucha perdida contra una institución machista que deja de lado a las mujeres que "solo aportan una ayuda a casa con su sueldo". Sí, tengo mi marido que trabaja y tuvimos que aprender a pasar solo con su sueldo, a renunciar a muchas cosas y a pasar los años que me queden lo mejor posible.
Me he quedado con lo que más me gusta, leer y escribir. Y aún así, la pérdida de memoria, las lagunas mentales, la falta de concentración hacen estragos”
Situaciones como estas se dan en este país cada día y lo que es peor, se mantienen en el tiempo, un camino sin retorno.
También se dan casos de hombres, los menos, por suerte.
¿Cuantas mujeres que han quedado en el camino renunciando a sus puestos de trabajo?
El Síndrome de Fatiga Crónica apareció en los años 80. Fue llamada “la gripe del yupi” . En los años 80 también se nos vendió a la súper-Woman, capaz de trabajar fuera de casa, dentro, atender a los hijos, la compra… estar perfectamente pintada, maquillada y sexy. En los años 80 también apareció el sida, enfermedad que durante años mantuvo en jaque a la medicina científica por su contagio y su alta mortandad.
ENTREVISTA CON LA DRA. NANCY KLIMAS,
INMUNÓLOGA, PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DEL SÍNDROME DE LA FATIGA CRÓNICA (IACFS)
Klimas dice que, ahora, es mucho más difícil trabajar con el SFC que con el VIH. Los días que trabaja con VIH son, dice ella, días fáciles, en los cuales puede ver a un paciente en 10 minutos, mirar su carga viral, sus defensas (CD4) y sus resistencias (analítica para ver a qué antivirales el virus tiene ya resistencias) y le receta el coctail de antivirales relevante y ella y el paciente sabe que va a funcionar. Dice que la angustia emocional de las personas con el VIH que tenían antes de que a mediados de los 90 salieran los nuevos medicamentos (inhibidores de la proteasa), ya es un recuerdo lejano. Pero en cambio, la angustia de los pacientes con el SFC, dice Klimas, no ha podido disminuir. Puede, después de muchas analíticas, entrevistas y pruebas, determinar que tiene el SFC y cree que puede intentar determinar de qué subgrupo (el SFC se está empezando a clasificar por subgrupos según el desarreglo biológico) es parte y tiene un plan de tratamiento, pero la mejoría es siempre muy limitada y la incomprensión y las pérdidas que vive la persona son tan grandes que emocionalmente están muy afectadas. Dice que si pudiera dar medicación eficaz, como en VIH, a las personas con el SFC, sería otra cosa.
Ahora me pregunto si la Encefalomielitis Mialgica o Síndrome de Fatiga Crónica afectara por igual a hombres y mujeres, estaríamos en esta situación después de 25 años?


viernes, 2 de noviembre de 2007

Síndrome de Fatiga Crónica, enfermedad real y orgánica

Este vídeo es muy importante. Es de noviembre 2006 cuando los CDC declararon el SFC oficialmente ENFERMEDAD DISTINTA Y REAL
DE momento está sólo en inglés, pero deberíamos darle difusión y conseguir que llegue a todos los estamentos.

http://www.youtube.com/watch?v=SYaCAcXD6ls

domingo, 25 de marzo de 2007

¿Que es el SFC o Encefalomielitis Mialgica?


SINDROME DE FATIGA CRÓNICA

Una persona con Síndrome de Fatiga Crónica o Encefalomielitis Miálgica (SFC) / EM) deberá reunir los siguientes criterios para el diagnóstico y no tener ningún criterio de exclusión:
• Cansancio o agotamiento extremo
• Malestar y/o cansancio post esfuerzo
• Trastornos del sueño
• Dolores musculares y/o articulares
• Presentar dos o más manifestaciones neurocognitivas
• Uno o más síntomas de dos de las categorías de manifestaciones neurovegetativas, inmunológicas y neuroendocrinas
• Cumplir con el ítem 7 (duración en el tiempo).
Desarrollo de ítems:
1. Cansancio o agotamiento extremo: El paciente deberá presentar un grado significativo de cansancio físico y mental inexplicable, de un nuevo comienzo, persistente y recurrente, que reduzca substancialmente el nivel de su actividad habitual.

2. Malestar o cansancio post esfuerzo: Hay una inapropiada pérdida de la resistencia física y mental, una rápida fatigabilidad muscular y cognitiva, malestar y/o cansancio postesfuerzo; dolor; tendencia a que empeoren otros síntomas asociados dentro del grupo de síntomas que presenta el paciente. El periodo de recuperación es patológicamente lento, pudiendo llevar 24 hs. o más.

3. Trastornos en el sueño: Se presenta bajo la forma de un sueño poco reparador o de trastornos en el ritmo y en la cantidad de sueño, como un sueño invertido o sueño diurno caótico.

4. Mialgias: Hay un significativo grado de mialgias. El dolor puede experimentarse en los músculos y/o en las articulaciones, y es a menudo de naturaleza extendida y migratoria. El dolor de cabeza es de un nuevo tipo, patrón y severidad.

5. Dos o más de los siguientes trastornos neurocognitivos deberán estar presentes: Confusión, desorientación, falta de concentración y de atención, fallas en la memoria de corto plazo, dificultades en el procesamiento de la información, en la recuperación y clasificación de palabras (no encontrar las palabras y/o nombrar los objetos); trastornos sensoriales y perceptivos, tales como: inestabilidad, desorientación espacial e inhabilidad para focalizar la atención. Ataxias. Debilidad muscular. Puede haber fenómenos de sobrecarga como por ejemplo: fotofobia, hipersensibilidad a los ruidos. Situaciones de sobrecarga emocional pueden conducir a períodos de ansiedad o episodios de quiebre emocional cargados de angustia.

6. Por lo menos un síntoma de las siguientes categorías:

a) Manifestaciones Neurovegetativas: Intolerancia ortostática, trastornos en el intestino con o sin Colon Irritable, frecuencia urinaria aumentada con o sin disfunciones en la vejiga, palpitaciones con o sin arritmias cardiacas, inestabilidad vasomotora y trastornos respiratorios.
b) Manifestaciones Inmunológicas: Inflamación de ganglios, dolor y/o ardor de garganta, recurrentes estados gripales, malestar general, aparición de nuevas alergias o cambios en las alergias preexistentes, hipersensibilidad a los medicamentos y/o a los químicos.
c) Manifestaciones Neuroendocrinas: Pérdida de la estabilidad termoestática, intolerancia al frío y/o al calor, falta o excesivo apetito, hipoglucemia, pérdida de la adaptabilidad y de la tolerancia al estrés, empeoramiento de los síntomas con el estrés, y labilidad emocional.

7. La enfermedad persiste por lo menos 6 meses: Normalmente presenta un comienzo agudo, pero también puede comenzar en forma gradual. Un diagnóstico preliminar se puede realizar en forma temprana. Tres meses es apropiado para niños.
EXCLUSIONES
Se excluye cualquier proceso de enfermedad activo que explique la mayoría de los síntomas de cansancio, trastornos en el sueño, dolor y disfunciones cognitivas:
• Enfermedad de Addison
• Síndrome de Cushing
• Hipotiroidismo
• Hipertiroidismo
• Deficiencia de hierro y otras formas tratables de anemia
• Diabetes
• Cáncer
También hay que excluir:
• Trastornos del sueño tratables como la Apnea del Sueño (SAOS).
• Trastornos infecciosos o inmunológicos establecidos como el SIDA, las Hepatitis. Tuberculosis, Lyme...
• Desórdenes neurológicos como la Esclerosis Múltiple, Parkinson, Miastenia Gravis.
• Trastornos reumatológicos como la Artritis Rematoide, Lupus, Polimiositis y Polimialgia Reumática.
• Trastornos psiquiátricos primarios.
• Abuso de sustancias y yatrogenia.
ENFERMEDADES COMÓRBIDAS
• Fibromialgia
• Síndrome del Dolor Miofascial
• Síndrome de la Articulación Temporomandibular
• Síndrome del Intestino Irritable
• Cistitis Intersticial
• Síndrome de la Vejiga Irritable
• Fenómeno de Raynaud
• Prolapso de la Válvula Mitral
• Depresión
• Alergias
• Sensibilidad Química Múltiple
• Tiroiditis de Hashimoto
• Síndrome Seco

Otros síntomas comunes
Además de los ocho síntomas principales que constituyen la definición del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), algunos pacientes han experimentado otros síntomas, que se presentan con frecuencia entre el 20% y el 50% de los casos. Tales manifestaciones abarcan dolor abdominal, intolerancia al alcohol, flatulencia, dolor pectoral, tos crónica, diarrea, mareo, sequedad en los ojos y boca, dolor de oído, arritmias cardíacas, dolor en la mandíbula, rigidez matinal, náuseas, sudor nocturno, trastornos psicológicos (depresión, irritabilidad, ansiedad, ataques de pánico), ahogo, sensibilidad dérmica, sensación de hormigueo y pérdida de peso.
Es importante saber que el aspecto externo del enfermo no tiene porqué variar y de hecho la afirmación "...pues tienes buena cara", es realmente ofensiva para el paciente porque encierra una cierta dosis de duda. Ante este planteamiento una buena respuesta es que el SFC no es una enfermedad de la cara, sino de los órganos internos del cuerpo.

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